Capítulo X: “El árbol del conocimiento”
*Conocer y conocedor:
Mostramos el cómo surgen los fenómenos propios de los seres vivos, dando la teoría del conocimiento, en donde el conocer genera la pregunta por el conocer, y si el receptor de este texto se ve obligado a mirar todo su hacer, a él mismo y el mundo que tiene a la mano-ya se trate de ver, gustar, preferir, rechazar o conversar- como producto de los mecanismos que hemos descrito, el libro ha cumplido su 1er objetivo.
Todo el mecanismo de generación de nosotros como descriptores y observadores, nos garantiza y explica que nuestro mundo, como el mundo que tenemos a la mano en nuestro ser con otros, siempre será esa mezcla de regularidad y mutabilidad, esa combinación de solidez y arenas movedizas que es tan típica de la experiencia humana.
Nosotros estamos inmersos en un círculo que nos lleva de interacción en interacción y es imposible a su vez, saltar fuera de nuestro dominio cognoscitivo, sería como cambiar la naturaleza de naturaleza.
Nosotros estamos inmersos en un círculo que nos lleva de interacción en interacción y es imposible a su vez, saltar fuera de nuestro dominio cognoscitivo, sería como cambiar la naturaleza de naturaleza.
Todo lo que tenemos en común como humanos es una tradición biológica que comenzó con el origen de la vida y se prolonga hasta hoy, en las variadas historias de los seres vivos, e intentar conocer el conocer nos lleva a nuestro propio ser.
*El conocimiento del conocimiento obliga:
El conocimiento del conocimiento nos obliga a no caer en la tentación de la certeza, a que la propia certidumbre no son pruebas de verdad.
No prestar atención a que todo conocer es un hacer, no ver la identidad entre acción y conocimiento es igual a no ver que las manzanas caen.La biología nos muestra que la unicidad de lo humano, su patrimonio exclusivo, esta en esto, en su darse en un acoplamiento estructural social donde el lenguaje tiene un doble rol: generar las regularidades propias del acoplamiento estructural social humano y por otro lado el de constituir la dinámica recursiva del acoplamiento estructural social.
El AMOR, o la aceptación del otro junto a uno en la convivencia, es el fundamento biológico del fenómeno social: sin amor, sin aceptación de otro junto a uno, no hay socialización, y sin socialización no hay humanidad. Cualquier que destruya o limite la aceptación del otro junto a uno, destruye o limita a su vez, el que se dé el fenómeno social, y por lo tanto lo humano, porque destruye el proceso biológico que lo genera. Biológicamente sin amor no hay fenómeno social, y que si aun se vive así, se vive hipócritamente la indiferencia o la activa negación.
El AMOR, o la aceptación del otro junto a uno en la convivencia, es el fundamento biológico del fenómeno social: sin amor, sin aceptación de otro junto a uno, no hay socialización, y sin socialización no hay humanidad. Cualquier que destruya o limite la aceptación del otro junto a uno, destruye o limita a su vez, el que se dé el fenómeno social, y por lo tanto lo humano, porque destruye el proceso biológico que lo genera. Biológicamente sin amor no hay fenómeno social, y que si aun se vive así, se vive hipócritamente la indiferencia o la activa negación.
El 2do objetivo de este libro nos libera de una ceguera fundamental: la de no darnos cuenta que solo tenemos el mundo que creamos con el otro, y que solo el amor nos permite crear un mundo en común con él.
Nosotros afirmamos que en el corazón de las dificultades del hombre actual esta su desconocimiento del conocer.
El conocimiento del conocimiento es lo que obliga, no es el saber que la bomba mata, sino lo que queremos hacer con ella lo que determina el que la hagamos explotar o no. Esto se ignora para evitar la responsabilidad de todos nuestros actos cotidianos, ya que son estos los que contribuyen a formar el mundo en que existimos y que validamos a través de tales. Ciegos ante la trascendencia de nuestros actos pretendemos que el mundo tiene un devenir independiente de nosotros que justifica nuestra irresponsabilidad en ellos, y confundimos la imagen que buscamos proyectar con el ser que verdaderamente construimos en nuestro diario vivir.
Así este libro nos invita a reflexionar, lo que derivará en el conocer el conocer, y la responsabilidad de hacer este conocer carne y hueso de su acción quedará en manos de nuestro receptor.
Así este libro nos invita a reflexionar, lo que derivará en el conocer el conocer, y la responsabilidad de hacer este conocer carne y hueso de su acción quedará en manos de nuestro receptor.
